Lo primero que debemos colocar es la base, un sostén adecuado como un individual o un mantel. En el primer caso, las dimensiones estarán supeditadas a la medida de este utensilio. En cambio, cuando hay un mantel se calcula que debemos mantener, entre comensal y comensal, una distancia de 60 cm para que estén confortables.
Luego vienen los platos. Podemos optar por uno de sitio, si contamos con él, pero no es obligatorio. Después viene el principal y, sobre este, el de la entrada. A la izquierda, en la parte superior, colocaremos el plato para el pan, que debe llevar cruzado el cuchillo para untar.
Otro paso importante para destacar son los cubiertos. Los tenedores van del lado izquierdo y los cuchillos y cuchara de la sopa, a la derecha. Hay que tener en cuenta que los primeros que se usarán son los que están más alejados del plato. Por lo tanto, comenzaremos a ponerlos desde adentro hacia fuera: los de carne, luego, los de pescado (el tenedor de tres puntas y el cuchillo chato y con menos filo) y, por último, los de la entrada. La cuchara sopera estará hacia la derecha del último cuchillo, porque será la primera que se usa.
No hay que equivocarse, la servilleta no va debajo de los utensilios, ni dentro de las copas, sino sobre el plato doblada fácilmente. También debemos acomodar los cubiertos del postre, que se colocan en la parte superior, rodeando al plato.
El salero puede estar en la mesa pero no el pimentero.
Un buen brindis
Asimismo, las copas deben llevar un orden. Se ponen de manera oblicua, siempre a partir de la de vino tinto, que es la principal.
-De vino tinto: es grande y va alineada con el cuchillo principal.
-De vino blanco: es la más pequeña y se ubica un tanto más arriba de la del tinto, a su izquierda.
-De agua: es la más grande. Se puede reemplazar por un vaso y se coloca a la derecha de la copa de tinto y más cerca del plato.
-Espumante: es la más estrecha y debe ubicarse formando un triángulo con la copa de vino tinto y la de agua; pero más atrás.
Ahora sí, la mesa ya está lista para que cada comensal se siente en el lugar que corresponde. Pero para que la velada sea perfecta les recordamos algunas pautas clave que lo ayudarán a comportarse de la manera esperada.
-No colocar grandes floreros en la mesa sino centros delicados.
-No masticar con la boca abierta.
-No apoyar los codos en la mesa.
-Aprovechar el momento en el que hablan los otros comensales para comer.
-Esperar a que todos estén servidos para comenzar a dar el primer bocado.
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Por Paula Halperín - Yahoo en Español