Comer saludablemente no es sinónimo de platillos insípidos o aburridos.
Aprender a usar las hierbas puede darle un giro delicioso a tu
dieta y fortalecer tu organismo. Para muestra: un poco de perejil fresco. Conoce
sus beneficios e intégralo a tu dieta diaria. - Texto:
Luza Alvarado.
En infusión. El perejil contiene un aceite esencial llamado apiol, que
tonifica, desintoxica y cicatriza. Una infusión de perejil por la mañana es muy
útil cuando se está tratando de bajar el consumo de café u otros estimulantes.
20 hojitas por litro de agua es suficiente. El apiol quita los dolores de
cabeza, mejora la concentración y cicatriza úlceras y llagas en el tracto
digestivo.
¿Resaca? Si estás muy desvelado o deshidratado, pon
un puño de perejil en la licuadora con un poco de agua y jugo de limón o
naranja. Si la noche anterior bebiste o comiste mucho, sus efectos diuréticos te
ayudarán a depurar las toxinas. Además, sus efectos rehidratantes conservan la
humedad de la piel, regeneran las mucosas y desinflaman los tejidos.
Como mascarilla para la piel. El perejil tiene un
alto contenido de vitamina C, por lo que estimula la síntesis de colágeno y
evita el envejecimiento prematuro. Si después de cocinar te sobra un poco de
perejil, no lo deseches. Muélelo, añade un poco de aceite de almendras y úsalo
como mascarilla sobre el rostro y el cuello. Si tienes problemas de acné, en
lugar de aceite pone media cucharadita de bicarbonato y deja que la mascarilla
actúe por quince minutos.
Depuración. Cuando se está en un tratamiento con fármacos, los riñones y
el hígado quedan resentidos porque tienen que procesar una cantidad inusual de
sustancias sintéticas. Antes, durante y después de un tratamiento, ayúdate con
un
licuado de perejil por la mañana. Puedes mezclarlo con
naranja o piña para matizar el sabor y aumentar sus efectos desintoxicantes y
diuréticos. Un plus: estimula el apetito y mejora la digestión.
Contra el estrés. Para compensar el estrés del trabajo y las
preocupaciones, el cuerpo necesita una dosis extra de vitaminas y minerales.
Pica un poco de perejil y añádelo fresco a las ensaladas, el arroz, los guisos,
el puré de papa, etc. El beneficio se da a muchos niveles. A través del gusto,
una comida más sabrosa provoca más satisfacción, lo que detona la producción de
hormonas de placer (dopamina) que compensan el efecto de las hormonas del estrés
(adrenalina y cortisol). A través de la digestión, la fibra y las vitaminas del
perejil desinflaman y favorecen la absorción de los nutrientes.
Salud integral. El perejil contiene minerales como fósforo, hierro y
calcio. Los médicos recomiendan aumentar el consumo de perejil a las personas
con problemas de alimentación, de circulación o de anemia. Para aumentar sus
beneficios, lo mejor es tomarlo como licuado o en ensalada.
Para nosotras. Las hojas frescas y las semillas del perejil estimulan los
músculos uterinos. Desde la antigüedad se utilizaban para estimular la
menstruación, la producción de calostro y la recuperación de las mujeres después
del parto. Algunas mujeres son mucho más sensibles a sus efectos, por lo que se
recomienda evitar el consumo de perejil durante los primeros meses de embarazo.
Plántalo en casa. El perejil que venden en el supermercado contiene
algunos pesticidas que pueden disminuir sus beneficios. Lo mejor es comprarlo en
un mercado orgánico o
cultivarlo en casa. Es una planta tan
noble que no necesita mucho espacio o cuidados especiales. Además, es bonita y
ayuda a mantener lejos a las plagas de huertos y jardines.
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