La Reina Isabel II de Inglaterra ha sido una de las mujeres más influyentes del planeta en el último siglo. Y lo mejor –o lo peor, depende de como se le mire- es que ella nunca ha sentido esa fascinante sensación que tanto seduce al género femenino: estrenar zapatos.
En efecto, dentro de los miles de súbditos que están dispuestos a cumplir los más insólitos deseos de su Majestad hay uno que por estos días llama la atención: una mujer le amansa los zapatos antes de que sean calzados por tan soberanos y delicados pies.
En efecto, dentro de los miles de súbditos que están dispuestos a cumplir los más insólitos deseos de su Majestad hay uno que por estos días llama la atención: una mujer le amansa los zapatos antes de que sean calzados por tan soberanos y delicados pies.
Para evitar la molestia y el cansancio que provocan los zapatos nuevos, la empleada se los pone y camina y camina hasta que el cuero sea blando y placentero.
El oficio es tan llamativo como el del empleado doméstico que le pone la pasta de dentífrico en el cepillo de dientes para que el príncipe Carlos se asee los dientes. Labor que religiosamente cumple todas las mañanas. Estas revelaciones han ido saliendo a la luz a propósito de la celebración del Día del Jubileo de Diamante, este domingo 3 de junio.
El 60 aniversario del ascenso de la Reina Isabel será uno de los actos sociales de la realeza internacional en este 2012. La familia real británica liderará un desfile de más de mil barcos que recorrerán las aguas del río Támesis para celebrar las seis décadas en el trono de la soberana.
A propósito, la Reina Isabel II ha decidido que en su lujosa embarcación, el ‘Espíritu de Chartwell’, solo la acompañen sus amigos y los miembros de su círculo familiar más cercano, rechazando así la presencia de políticos y autoridades del estado.
De esta forma, en el navío real de Isabel II viajarán también su marido, Felipe de Edimburgo, el príncipe Carlos y su esposa Camila, Guillermo y Catalina de Cambridge y el príncipe Enrique, además de una numerosa representación de amigos personales de la reina como Lady Susan Hussey, amiga y confidente de la soberana en los últimos 50 años. Las únicas excepciones a una lista de invitados de carácter casi privado son algunos representantes de la sociedad civil, como el obispo de Londres y la secretaria general de la Commonwealth.
Queda, por tanto, descartado que el primer ministro, David Cameron, y su esposa Samantha, se incorporen a la embarcación de Isabel II, así como otras altas figuras de la política británica. El jefe de gobierno seguirá la procesión a cierta distancia desde uno de los navíos de la Marina Real, el HMS President, al que más tarde también acudirá la Reina para presenciar desde allí el acto final de las celebraciones.
Es de esperarse que la Reina luzca encantadora a sus 86 años de edad. Con unas prendas dignas para tal ocasión. Eso sí, con unos zapatos que orgullosamente una plebeya ya ha amansado.
El oficio es tan llamativo como el del empleado doméstico que le pone la pasta de dentífrico en el cepillo de dientes para que el príncipe Carlos se asee los dientes. Labor que religiosamente cumple todas las mañanas. Estas revelaciones han ido saliendo a la luz a propósito de la celebración del Día del Jubileo de Diamante, este domingo 3 de junio.
El 60 aniversario del ascenso de la Reina Isabel será uno de los actos sociales de la realeza internacional en este 2012. La familia real británica liderará un desfile de más de mil barcos que recorrerán las aguas del río Támesis para celebrar las seis décadas en el trono de la soberana.
A propósito, la Reina Isabel II ha decidido que en su lujosa embarcación, el ‘Espíritu de Chartwell’, solo la acompañen sus amigos y los miembros de su círculo familiar más cercano, rechazando así la presencia de políticos y autoridades del estado.
De esta forma, en el navío real de Isabel II viajarán también su marido, Felipe de Edimburgo, el príncipe Carlos y su esposa Camila, Guillermo y Catalina de Cambridge y el príncipe Enrique, además de una numerosa representación de amigos personales de la reina como Lady Susan Hussey, amiga y confidente de la soberana en los últimos 50 años. Las únicas excepciones a una lista de invitados de carácter casi privado son algunos representantes de la sociedad civil, como el obispo de Londres y la secretaria general de la Commonwealth.
Queda, por tanto, descartado que el primer ministro, David Cameron, y su esposa Samantha, se incorporen a la embarcación de Isabel II, así como otras altas figuras de la política británica. El jefe de gobierno seguirá la procesión a cierta distancia desde uno de los navíos de la Marina Real, el HMS President, al que más tarde también acudirá la Reina para presenciar desde allí el acto final de las celebraciones.
Es de esperarse que la Reina luzca encantadora a sus 86 años de edad. Con unas prendas dignas para tal ocasión. Eso sí, con unos zapatos que orgullosamente una plebeya ya ha amansado.
Publicado por Semana.com