viernes, 13 de noviembre de 2009

Rato para el esparcimiento...

En un rato como este, mientras lees este blog, ¿no te seduce estar haciendo otras cosas? Mira cómo y de cuántos momentos intensos y felices nos perdemos todas, a cambio de estar en la rutina, en lo convencional, atadas al trabajo, a la cocina o simplemente a la familia. ¡Mira nomás las posibilidades que nos ofrece el día a dia! ¿Ah? Para tener en cuenta: Un traje vaporoso, una fragencia íntima de Givenchy, unas cuantas copitas, una pizca de calorcito en el ambiente, música al gusto, y sobre todo una buena compañía, y ¡ya está! Luces, cámara... ¡acción!.

Para comenzar la faena, un beso bien caliente, con bastante saliva --¡que suenen lenguas, labios y saliva!-- y al mismo tiempo con un festival de lenguas a fondo, mientras las manos buscan destinos redondos, tibios, tersos: ¡las tetas...! Y luego será más abajo, por entre las piernas de cada una, y unas caricias por entre la vellosidad deliciosa. Reciprocidad, muchachas! ¡Ufff!
Una vez libres de ropa, ahora sí el beso más aguardado, la chupada mayor, todavía mucho más caliente, más efusiva, más profunda. ¡Toda la lengua dentro del coño!
"¡Guaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuu!".
"Y ahora tú, mami, ten mucho cuidado con no morderme. ¡Eso, así! Suave, sí, ¡suave pero no tanto...! ¡Essoooo, essooo, ricoooo, delicioosooo, mami! ¡Gran perra, esa lengua tuya entre mi culo es de lo más rico que hay! ¡Más, más, más..., que me vengo toda!".
Entre tanto, este par de insaciables parece objetar nuestra presencia en su lecho, y con su mirada inquisidora decirnos: "¿Se les perdió algo por aquí, o acaso no tienen oficio?" En ambas el talante felino de sus ojos sugiere que dejemos a estas dos sinvergüenzas revolcarse como manda la ley de la cama.

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