jueves, 12 de noviembre de 2009

Tres divas groseras y sin ley...

Esta niña terrible, la actriz Megan Fox, el primer símbolo sexual de Hollywood en la actualidad, y considerada la sucesora de Angelina Jolie, definitivamente no tiene arreglo, en el sentido bueno y erótico de la palabra. Toda ella es espectacular: El rostro, las tetas, las caderas, la concha (coño, panocha, chocha, etc), el culo, las piernas... ¡Por donde se le mire! Intensa, desinhibida, explosiva, fornicadora, la protagonista de Transformers 2 es amiga de la libertad total entre las sábanas. Desenfrenada para hablar y para culear, considera que el sexo es aún más sublime con el empleo de palabras sucias. Y a ese propósito afirma: "¡Eso me excita entera! Así como en la cama me encantan los besos y las caricias, también la vulgaridad, la suciedad y la creatividad, siempre sin límite, me vuelven loca. Al menos por ahora, las vergas no me atraen tanto. Por eso, una de mis fantasías más húmedas es Olivia Wilde. Ese modelo de mujercita virginal me seduce. De veras, deseo revolcarme con ella... ¡hasta perder el sentido!".
Con su aspecto de niña buena, con su voz aflautada y su ternura, sus ojazos azules y su mirada penetrante y sugestiva, la actriz Olivia Wilde, protagonista de la famosa serie House de TV, es toda una rompecorazones. Sin embargo, detrás de tanto candor e inocencia, bajo este trajecito liviano de Gucci hay en el fondo de esta gatita toda una leona en celo, que inclusive y por algo le ha robado el sueño a la propia Megan Fox. La prensa rosa de Hollywood vive a la caza de sorprenderlas en un intenso romance.

Modelo y actriz porno, la insaciable y desvergonzada Jenna Jamesson completa esta baraja de mujeres sin ley. Su postura relajada y desafiante lo dice todo. Capaz de lo más pervertido en materia de excentricidades en el lecho, que ya ha compartido con la increíble Megan Fox, esta diosa de la lujuria no se detiene ante nada. Oscila entre el ardor, la ternura y la brutalidad. Es la mujer maravilla envuelta en ropas de seda de la casa Victoria Secret, perfumada en sándalo. El siguiente es un comentario suyo lanzado a la autora de esta fotografía, la reportera Vanessa Lampert, de la revista Orgasm: "¿Sabes? El placer de un buen polvo comienza cuando las mujeres --¡los hombres me aburren!-- me van quitando muy despacito este traje y estas medias de nácar a punta de lengua, de mordisquitos, besos y de caricias, suaves y también fuertes, a fondo, por delante y por detrás. Me encanta mamar tetas y que me las chupen. ¡Wow! ¡Eso me realiza como ser vivo! Por cierto: Y tú, mi amor, ¿cómo me despojarías de estos pantaloncitos? ¿Te atreves a chupame aquí abajito, en el clítoris, para descargarte ahora mismo toda mi leche caliente? ¡Atrévete!".

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