domingo, 22 de abril de 2012

¿Qué tal un buen yogurt casero?

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Son pocas las personas que aún no conocen los beneficios del yogurt. Pero para ellas, acá van sólo algunas de las propiedades de este noble alimento. Contiene unas bacterias que favorecen la flora intestinal, también mejora el valor nutricional de los alimentos y la resistencia contra organismos patógenos, estimula el sistema inmunológico, es antialérgico, ayuda a regular los trastornos gástricos, es una fuente importante de calcio (por lo tanto previene la osteoporosis) y, como si fuera poco, embellece la piel.
Por eso, esta receta que voy a dar a continuación es muy importante para aquellos que quieran mantener una dieta saludable. Además, es mejor aún si se trata de un producto casero, ya que los que se venden en el mercado contienen una mayor cantidad de harinas, conservantes y azúcar refinada. Por otra parte, es muy fácil de hacer y no por eso menos delicioso.
Aunque parezca raro, uno de los productos que vamos a necesitar es el mismo yogurt, porque contiene las bacterias que tienen que reproducirse en la leche. Cuando vamos al supermercado es importante que en la etiqueta del envase diga "live cultures" o "active cultures", que está indicando que son esos microorganismos vivos. Pero antes de mezclarlos, debemos combatir otros que podrían llegar a impedir el proceso. Para eso debemos calentar la leche a entre 82 y 85ºC y dejar que se enfríe a unos 45 grados.

Qué necesitamos:
Un (1) litro de leche entera o descremada, 1 yogurt (preferiblemente natural). Opcionales: un termómetro, una cucharada de leche en polvo, una de esencia de vainilla y azúcar o edulcorante (a gusto).

Manos a la obra:

1-
Colocar la leche en una cacerola a fuego moderado hasta que esté casi a punto de hervir, es decir, que eche bastante vapor. Si cuenta con un termómetro, la temperatura ideal es de 85 grados. Es importante que no hierva para que el proceso se realice correctamente.

2-
Retire del fuego y deje que se enfríe a temperatura ambiente hasta que al meter el dedo meñique sienta que, si bien quema, lo puede sostener 5 segundos. Esto es a una temperatura de 45 grados (alrededor de ½ hora desde que se apaga la hornalla). En caso de que se haya enfriado más de lo debido, puede volver a calentar la leche.

3-
Colocar la leche en un recipiente (preferentemente de vidrio, plástico o cerámica) que no esté muy frío y mezclar con 2 cucharadas de yogurt. También se puede colocar en un termo, previamente entibiado con agua caliente, cerrarlo y sacudir con fuerza para que se mezcle bien.

4- Si optó por otro tipo de recipiente debe taparlo muy bien con un paño limpio o, si hace frío, una frazada para que mantenga esa temperatura la mayor cantidad de tiempo posible. Lo ideal es dejarlo dentro del horno apagado, pero esto no es necesario cuando hace calor. Es decir, tiene que ser un lugar cálido y seco.
5- Dejar reposar un mínimo de 7 horas o de una noche hasta el otro día.
6- El yogurt ya está listo, ahora puede endulzarlo a gusto o agregarle lo que desee, desde esencia de vainilla, leche en polvo (para darle otra consistencia), pulpa de frutas, cereales y hasta mermelada. Luego, a la nevera. Si lo conserva en un recipiente hermético puede llegar a durar una semana dentro de la nevera. Una vez abierto, sólo de cuatro a cinco días.
Consejo: antes de agregarle los complementos, reserve un poco de yogurt al natural para hacer más. Esto se puede repetir hasta siete (7) veces. Luego, habrá que comprar un envase nuevo.
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Por Paula Halperín | Como en Casa | Yahoo! Mujer 

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